Se trata de una casa del siglo XVIII totalmente restaurada en madera y piedra, pero conservando el entorno típico de la zona. Su nombre se debe a que en la antigüedad era en esta pedanía donde el rey se hospedaba en sus desplazamientos por el levante español.
Cuenta con una superficie total de 782 m² organizados en dos plantas. Dispone de cinco habitaciones, lo que la convierte en una masía capaz de albergar 16 personas más supletorias.
Una gran terraza exterior, con piscina efecto playa y un mirador, y unas vistas espectaculares debido a la situación de la casa: en lo alto de una pequeña colina. Utiliza energía eólica y solar, y está u