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En este texto te vamos a dar algunos consejos y directrices para enseñarle a tu mejor amigo las órdenes básicas y que aprenda a obedecerte. Si estás buscando una mascota aquí puedes encontrar una: Animales y mascotas.

La educación del perro. Órdenes básicas: Desde cachorro el perro va aprendiendo, ya sea defecar en los lugares indicados, no en mitad de la casa, no morder muebles o zapatos, y sobre todo aprenderá quien es el amo a quien tiene que obedecer y cuidar. A partir de una edad comprendida entre los 4 y 8 meses se le enseña los mandatos de acudir a la llamada, caminar correctamente con la correa, detenerse, sentarse, etc.

•  Acudir a la llamada. Con la cadena puesta, nunca suelto, le mantendremos quieto y nos alejaremos unos pasos; a continuación le diremos “ven” y, si no lo conseguimos, le daremos un pequeño tirón hasta que logremos que acuda. Cuando acuda, le daremos un premio, un trozo de salchicha por ejemplo, y caricias por supuesto. Son muy útiles las correas extensibles. Durante los pases que le demos aprovecharemso para ir adiestrándole en la llamada, cuando el perro se aleje un poco le daremos la orden “ven” y el premio cuando obedezca. Si no obedece se dice un tirón seco no demasiado brusco.

Nunca debe asociar el acudir a nuestra llamada con algo negativo para él. Siempre que se pueda se utilizará esta orden en medio del juego o en situaciones felices para el perro. Nunca debe relacionar la disciplina con la violencia y en ningún caso debemos emplearla con él. Conviene no amenazar o reñir al perro cuando tarda en acudir, ya que asociará el castigo con su llamada. En todos los casos que el cachorro venga a ti debe felicitarle o premiarle.

•  La orden“Sienta”. Con la cadena y el collar puestos, le daremos a nuestro perro la orden “sienta” con voz firme, enotnces deberemos empujar la parte trasera de su cuerpo con una mano, mientras con la otra mantendremos la correa levantada para evitar que se eche. Cuando se siente le felicitaremos y le premiaremos. Repetiremos el mismo ejercicio varias veces, siempre utilizando el mismo tono de voz y la misma orden, hasta que nuestro perro lo realice automáticamente con sólo oír la palabra clave. Cuando haya aprendido a sentarse con la cadena puesta, procederemos a sacársela para enseñarle sin ella, el procedimiento será el mismo.

Muy importante, la orden de sentarse se le debe dar una sola vez, si no obedece a la primera recurrimos a la presión hacia abajo para que se siente, no podemos dejar que se acostumbre a obedecer a la segunda, o la tercera.

•  La orden “Tumba” Una vez que haya aprendido a sentarse, le enseñaremos a echarse en el suelo. Nunca debemos empezar con una nueva orden hasta que no tenga totalmente asimilado el ejercicio anterior. Paciencia. Cuando esté sentado, le ordenamos que se acueste con la palabra “tumba”, o “echa”, y simultáneamente golpearemos el suelo con la mano, entonces nosotros le moveremos hacia delante las patas delanteras, empujando su cuerpo con una ligera presión, hasta que al fin se encuentre totalmente acostado. Debemos mantenerlo en esta posición durante unos minutos, mientras repetimos constantemente la palabra clave. Una vez realizado correctamente el ejercicio debemos felicitarlo efusivamente , premiándole acto seguido. Estos ejercicios deben realizarse con regularidad, para que así no olvide nunca lo aprendido.

•  La orden “Quieto” Podemos proseguir con la orden de estarse quieto. Lo haremos alejándonos unos pasos de él cuando esté en posición sentado o echado. Al observar que nos alejamos, nuestro perro se levantará para ir a nuestro lado, nosotros, en ese momento, debemos volver a llevarlo donde estaba le mandamos "quito" y, pacientemente, volver a repetir la operación desde el principio; así hasta lograr que permanezca quieto al oír la orden. Solamente deberá levantarse cuadno se lo ordenemo. Las sesiones deben ser cortas e ir aumentando el tiempo que permanezca quieto y la distancia a nosotros progresivamente. Recuerda hay que felicitarlo efusivamente por cualquier logro por pequeño que sea.

•  Caminar con la correa. Es desagradable, sobre todo en razas grandes, sacar a pasear al perro y que sea él quien arrastre al amo.

Para empezar, se llevará al cachorro, una vez ya esté acostumbrado al collar, a un lugar sin distracciones y se le invitará a seguir a su amo caminando junto a su lado izquierdo, impidiéndole que le rebase. Cuando parezca que anda por donde él quiere, el propietario deberá dar un paso atrás y adelante e invitarle al juego. En cambio, si el ejemplar es un poco mayor, en caso de que rebase al instructor, conviene darle un ligero tirón (refuerzo negativo). Puede usarse un colllar de estrangulamiento pero nunca un collar de puntas.

Por último, recordarte que una mascota educada será tranquila y obediente y te respetará en todo momento. Es sabido por todos que el respeto no es miedo y que éste tiene que ser recíproco, de lo contrario, aunque obtengas el cumplimiento de las órdenes por parte de tu can, te faltará el cariño incondicional que muestra en todo momento. Es preciso que obediencia y amor se compaginen perfectamente.



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