Si tienes hijos, seguro que más de una vez has sentido que te vas a volver loca intentando entender lo que sienten.
Bienvenido al club.
Pero, ¿y si te dijera que no tiene por qué ser tan complicado?
He creado una guía sencilla (y gratis) para ayudarte a entender las emociones de tus hijos sin necesidad de hablar chino mandarín.
La vida familiar es suficiente desafío, así que ¿por qué no hacerlo un poquito más fácil?
No te prometo que te conviertas en un gurú de la paz familiar, pero al menos la próxima vez que tu hijo explote como un volcán, sabrás de qué va la cosa.
Descárgatelo aquí y me cuentas qué tal:
"Sácale.